MEMORIA DESCRIPTIVA |
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Concurso
Nacional de Ideas para la Urbanización del área de Puerto Madero
Dique
4 Sección 1 Corporación Puerto Madero
(1991)
La
licitación de los primeros cinco galpones de Puerto Madero en septiembre de
1991, fue el paso inicial del proyecto de desarrollo urbano mas importante para
la ciudad desde el siglo pasado.
El
proyecto de cada galpón en particular, pierde sentido si no se lo entiende como
parte de un proceso que de ser exitoso, modificará el sistema de relaciones de
la ciudad con su área central para siempre.
De
allí que nuestra convicción desde el primer momento fue no pensar en el
reciclaje como un negocio inmobiliario solamente, sino y sobre todo en la
necesidad de su inserción urbana, ya que si esta no se logra probablemente el
negocio inmobiliario fracase.
Por
ello, se llego a la conclusión de que independientemente del uso para el que
cada edificio estuviese destinado, es imprescindible la concertación de formas
de integración entre los mismos, de manera tal de asegurar niveles razonables
de articulación y coherencia, entendiendo que el objeto de la licitación no
era solamente el reciclaje de antiguos edificios en desuso, sino la incorporación
a la ciudad de un área que debe tener vida propia y servir a su vez de puente
entre la misma y la futura reurbanización del sector.
Asimismo,
entendimos que es inevitable crear los mecanismos mediante los cuales los
adjudicatarios pudieran concertar entre si y con la Corporación Puerto Madero,
no solo las cuestiones que hacen al equipamiento urbano, sino la manera de
lograr que el éxito fuera general y no de un emprendimiento en particular, ya
que Puerto Madero es un desafío en el que todos somos socios e igualmente
responsables ante la ciudad.
El
programa propuesto para el edificio en oportunidad de la licitación,
contemplaba oficinas en los pisos altos, locales comerciales en la planta baja y
usos recreativos y culturales en el subsuelo, de manera de obtener buenos
niveles de ocupación en horarios diferentes, potenciando las posibilidades de
intercambio con los vecinos del área y tratando de evitar que la actividad
decrezca marcadamente por la noche.
El
estacionamiento se resolvía ampliando el sótano mediante la excavación del
sector de la parcela que no estaba bajo la impronta del edificio (3000 m2)
Cuestiones
de distinta naturaleza surgidas a posteriori de la licitación, especialmente el
alto costo de la excavación, determinaron un cambio de programa hacia una
alternativa mas austera que implico especialmente el “sacrificio” del
subsuelo, (tal vez el sector mas rico del edificio por sus muros de mampostería
ciclópea de granito y arcadas de ladrillo de un metro de espesor), que paso a
ser una planta exclusivamente a servicios y cocheras.
Tanto
en uno como en el otro proyecto, en la planta baja se busco deliberadamente
evitar que el planteo comercial derivara en una clásica galería con circulación
interior.
Para
ello se decidió subdividir el área comercial en locales de medidas amplias y
generar una circulación perimetral envolvente que se materializa liberando un
modulo en la cara oeste para dar origen a una recova.
La
recova propuesta es de gran importancia ya que reestablece un cierto equilibrio
entre las dos fachadas principales a nivel de planta baja, genera un espacio
intermedio que permite un intercambio menos dramático entre el edificio y la
ciudad, separada del mismo por una sucesión de calles y vías rápidas. Ayuda a
controlar factores climáticos (sol del oeste, lluvia, viento) haciéndose mas
creíble la posibilidad de que la gente no este solamente del lado del río y
espeja el borde urbano opuesto, la recova de Alem.
La
síntesis entre el programa propuesto y el edificio existente determino el
partido arquitectónico adoptado, que es una ratificación aggiornada del
partido primitivo, donde las circulaciones verticales fueron empaquetadas con
los núcleos sanitarios y ubicadas en la misma posición.
La
propuesta constructiva es coherente con la arquitectónica, sumamente respetuosa
del espíritu original.
Se
conservaron los entrepisos de pinotea y la estructura de vigas y columnas metálicas,
el conjunto de elementos mas determinantes y ricos del paisaje interno. Se
utilizo el entablonado como encofrado perdido para colar sobre el mismo una losa
de hormigón liviano donde se incluyeron todas las instalaciones previstas.
Los
muros de ladrillo fueron arenados y quedaron a la vista por dentro y por fuera,
las aberturas viejas se reemplazaron por unas nuevas, pero respetando los vanos
existentes, se agregaron aberturas en los paños de mampostería que tenían los
vanos insinuados y en los muros laterales, donde los accesos se acusan con
halles en forma de semi tambores vidriados.
La
cubierta original fue desmontada para agregar un cuarto piso de acuerdo a las
normas; la nueva cubierta es de chapa galvanizada color plomo y fue montada
sobre el entablonado de pinotea reciclada de la cubierta original.
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